30 ago 2011 | Por: Nacho

Desatinos de la RAE

Mucho se ha hablado últimamente de las incoherencias que ha admitido la RAE en su diccionario de uso. La aparición de vulgarismos como almóndiga, asín, toballa (toalla), moniato (boniato), abundoso (abundante), higuana, biscocho, dotor o madalena probablemente irrite a muchos (a mí el primero), pero lo que no todos saben es que estos aparentes asesinatos lingüísticos son, en algunos casos, más correctos de lo que parecen:

En primer lugar, os sorprenderá descubrir que las palabras correctas son murciégalo y crocodilo, no murciélago y cocodrilo, pues la primera viene de murciego (del latín murcaecus, es decir, ratón ciego) y la segunda, de crocodilus, raíz que aún se observa en otros idiomas, como en inglés o francés (en ambas, crocodile). Otras palabras que han sufrido con el tiempo este proceso histórico de metátesis (transposición de letras) son las actuales muladar, milagro y peligro, por ejemplo, antaño muradal (de muro), miraglo (de miraculus) y periglo (de periculus), raíz todavía hallable en el término formal inglés: peril.

No así ocurre con las palabras mencionadas al comienzo de la entrada entre las que muchos colocarían mondarina y cocreta, a pesar de que la RAE las censure en su DPD–, ya que esas palabras han quedado cristalizadas por el uso y fueron formadas mediante otros procesos, normalmente por etimología popular, esto es, (con)fusión de dos términos fonéticamente similares y semánticamente interrelacionados: mondarina (mondar + mandarina), andalias (quizá también por la similitud fonética entre las sandalias y las andalias), vagamundo, sabihondo, desatornillador... No obstante, esta relación semántica no siempre está tan clara, como sucede con los vulgarismos hilación (hilar + ilación) e interperie (inter– + intemperie).

Por supuesto, no todo podían ser alegatos en defensa de la RAE; sin ir más lejos, una de las cosas que más molesta a un forofo de la lengua y anglófilo como yo son las absurdas castellanizaciones de extranjerismos, pues, si bien no estoy en contra de adopciones más o menos necesarias y coherentes como fútbol o chófer, ¿quién en su sano juicio escribiría jonrón (home run), cederrón (CD-ROM), bluyín (blue jeans), filin (feeling), rocanrol, güisqui, quivi, pirsin o estriptis? La respuesta es los Inmortales, cómo no, y os aseguro que estoy en ascuas por saber cuál será la siguiente de nuestros queridos amigos...


FUENTE COMPLEMENTARIA: CÁPSULAS DE LENGUA