Magnífica expresión muy usaba aún hoy en día. Y para descubrir su origen hemos de remontarnos a la Antigüedad griega:
En la Antigua Grecia, las casas o domus, a las que se accedía atravesando las fauces (puertas, por similitud), solían tener una sola planta con diversas habitaciones. Una de estas dependencias, obviamente, era la cocina, donde se encontraba un gran brasero que hacía las funciones de horno y caldera: la gloria. Por tanto, en invierno, la mejor habitación del hogar –palabra etimológicamente relacionada con el fuego– era la cocina, y por eso decimos en la actualidad eso de "estar en la gloria".
¡Gracias, Mª Carmen!
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