"Tío, eres un gorrón", podremos oír. ¿Y por qué? ¿Por qué no decir aprovechado o morrudo? He aquí el origen de esta palabrita:
Efectivamente, si lo buscamos en el DRAE, nos aparece como una palabra derivada de gorra. Y es que hace referencia a los siervos de los antiguos señoritos, que les habían de acompañar en todo momento, incluso durante las horas de estudio y aprendizaje en las aulas de las universidades primigenias. Dada la costumbre de estas gentes, generalmente de acervo rural, de llevar gorras enormes para protegerse del sol –lo que los diferenciaba especialmente en las reuniones sociales–, el resto de estudiantes los comenzaron a distinguir por ello, despreciándolos por tener la suerte de aprender lo mismo que sus amos gratuitamente, es decir, por la gorra.
¡Gracias, señor guía!
0 opiniones:
Publicar un comentario